"Después del silencio, lo que más se acerca a expresar lo inexpresable es la música", decía hace 90 años Aldous Huxley en su libro Música en la noche. Una sabia reflexión que refleja con acierto parte de la biografía de María Lucía, Malú, Sánchez Benítez (Madrid, 1982). La hija del cantaor y productor Pepe de Lucía y la artista Pepi Benítez, la sobrina del guitarrista Paco de Lucía y la apadrinada de Alejandro Sanz, lleva un cuarto de siglo defendiendo su trabajo con melodías y protegiendo su vida con silencios. Y lo ha hecho de una manera especial desde que, hace tres años, fuera madre de Lucía, la pequeña nacida de su relación con el ex líder de Ciudadanos, Albert Rivera.

Pero, más allá de esos vínculos que han etiquetado su carrera, esta mujer poderosa sabe que para mantenerse hay que luchar. En su anterior disco, Mil batallas (2021), ya puso de manifiesto que las suyas, en realidad, hablan de las de todos y que el carácter se forja ante la adversidad.

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dario aranyo
Camiseta blanca de American Vintage, pantalón vaquero acampanado de Human + ID, cinturón de Iro y sandalias de Jimmy Choo. Atrezo: Guitarra, micrófono, soporte de micro y atril, de Unión Musical.


Malú tenía 16 años recién cumplidos cuando se subió por primera vez a un escenario para cantar en solitario. Y lo recuerda así: "Fue en Sevilla, en un evento de radio, y había como 20.000 personas. Una locura. Yo estaba atacada de los nervios antes de salir, pero una vez arriba... sentí paz. Fue como decir: 'Ostras, me han echado al mar y me gusta". Y ese mar al que hace referencia es una metáfora que va más allá de su querida playa de El Rinconcillo, en Algeciras, donde pasó momentos muy felices en su infancia. También es otra cosa: su lugar en el mundo.

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Darío Aranyo
Vestido rojo de punto de Zadig & Voltaire.

Hoy, aquella 'aprendiz' que debutaba con sus primeros temas es una mujer mucho más segura y serena que acumula más de una decena de álbumes, infinidad de premios y el reconocimiento de una industria a la que ha dedicado más de media vida. Un trabajo que compagina con su labor de jurado en el programa televisivo 'La Voz', que da una oportunidad a nuevas estrellas.

Nos habla del azar de sus primeros pasos en la música -"cuando me propusieron grabar, y fue por probar, mi ilusión inicial fue no ir al colegio... porque era muy mala estudiante", confiesa entre risas- y apela a otra escuela, la de sus mayores.

Por su casa desfilaban algunos de los artistas más grandes del flamenco: Camarón, Lola Flores, Remedios Amaya, Pareja Obregón y, obviamente, su padre y su tío, en algunas juergas ocasionales que duraban días. Malú dice de los suyos que son «unos flamencos muy modernos» que le abrieron los ojos y le inculcaron los valores de una profesión muy seria. "Llámame clásica, pero el respeto al escenario se aprende y se mama. Y viendo a esos grandísimos artistas aprendí todo del amor y el respeto a la música y al escenario", explica. "Además, vengo de una familia en la que siempre se da por hecho que hay que hacer las cosas bien. De ahí también esta exigencia enfermiza que tengo a la hora de crear canciones", remata.

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Darío Aranyo
Cazadora negra ‘oversize’ con detalles de borrego, sujetador y ‘shorts’ lenceros en seda negra, todo de Dolce & Gabbana.

25 años de éxitos

Ahora, para celebrar su trayectoria, la cantante ha iniciado un proyecto muy especial que verá la luz en otoño, en el que va a revisitar algunos de sus temas más emblemáticos de la mano de un puñado de excelentes amigos. "Me motivaba muchísimo, porque me ha hecho volver a escuchar mis discos y empaparme de ellos ha sido muy emocionante. Pero, sobre todo, lo más impresionante ha sido levantar el teléfono y que cada uno de mis compañeros me diera un sí al segundo. Me conmueve la facilidad y el amor con los que todos están entrando en este proyecto tan bonito. Más en este mundo en el que vivimos, de inmediatez y también de soledad...".

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Darío Aranyo
Jersey de cuello vuelto azul marino de Max Mara. Atrezo: auriculares de Málaga 8, micrófono y soporte de micro de Unión Musical.

En este punto, Malú hace una aclaración que ilustra con un ejemplo: "Hace poco, mi hermano (José, también músico y colaborador habitual en sus discos) y yo fuimos a comprar una consola para divertirnos como en los viejos tiempos. Pero cuál fue nuestra sorpresa cuando descubrimos que ya no existen modelos para jugar dos físicamente, que eso ahora sólo se puede hacer online", lamenta. A la artista esto le hace reflexionar sobre el efecto de una sociedad cada vez más digitalizada. "Es maravilloso poder tener una conversación al instante con tus amigos por FaceTime o WhatsApp, o incluso con tu público, si eres artista, a través de tus redes sociales. Pero lo gracioso de esto era reunirnos en casa, comprar palomitas, ponernos a matar monstruos juntos y reírnos".

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Jersey sin mangas y pantalones vaqueros, ambos de Dior.

A la hora de hacer balance de su trayectoria, Malú destaca cómo la experiencia le ha hecho crecer como persona. "Ha habido de todo, porque ha sido una carrera de muchísimo aprendizaje. He tenido caídas, levantadas... No ha resultado sencillo, pero sí muy enriquecedor... Es la vida", insiste. "Y todas mis experiencias, con sus aciertos y errores, son las que han hecho que, a día de hoy, esté donde estoy, piense como pienso y sienta como siento", afirma orgullosa.

El trabajo y la vida

La cantante reivindica asimismo otra cuestión de actualidad: la importancia del equilibrio, y confiesa que ella recurre a su psicóloga como el que va a un gimnasio, por salud mental. "En este negocio se presupone que el artista, si tiene éxito, vive en un estado constante de serenidad. ¡Pero en realidad no ha sido feliz en su vida! Lo que pasa es que siempre ha habido un muro de contención sobre mostrar realmente quién es el artista".

Y va más allá: "Nosotros no venimos a contarte penas, nosotros venimos a acompañarte en las tuyas o a alegrarte... Aunque en los últimos años se han ido rompiendo barreras, porque nosotros también estamos necesitados de contar quiénes somos y lo que nos pasa. Es como decir: “Oye, que yo también me rompo y lloro, que a mí también me duele, que soy un ser humano”», reclama. Sin embargo, a la vez, Malú vive en esa contradicción de proteger con celo su privacidad. "No quiero parecer borde o antipática, es que creo que mi intimidad no es importante" insiste. "Prefiero que se hable de mi trabajo, y si quieres criticar, hazlo, pero con mi música".

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Darío Aranyo
Jersey de cuello vuelto azul marino de Max Mara. Atrezo: auriculares de Málaga 8, micrófono y soporte de micro de Unión Musical.
"A las mujeres se nos juzga con más crudeza. Nosotras tenemos que pasarnos toda la vida peleando y siendo muy rectitas para tener credibilidad"

Estas observaciones la llevan a abordar otra cuestión que, en ocasiones, también le afecta por ser mujer: "Cuáles son los límites de la vida privada y la pública es algo que afecta a hombres y mujeres por igual. Pero sí he sentido que, cuando se trata de ataques, a las mujeres se nos juzga con más crudeza. Al final nosotras tenemos que pasarnos toda la existencia peleando y siendo muy rectitas para tener credibilidad... y en todos los ámbitos. Yo conozco muchísimos hombres con carreras interminables en la música, pero mujeres, muy pocas", señala. Y pone como ejemplo el acoso mediático a Madonna. "A ella le dicen: 'Señora, ya resulta usted ridícula, ya le toca estar en casa'. ¿Por qué? ¿Y por qué no le pasa eso a Bob Dylan?".

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Darío Aranyo
Jersey de cuello vuelto azul marino de Max Mara. Atrezo: auriculares de Málaga 8, micrófono y soporte de micro de Unión Musical.


Huelga decir que, más allá de los prejuicios, la cuestión de la conciliación tras la maternidad tampoco es sencilla para nosotras: "Ahí siempre surgen conflictos", reconoce, pese a que los tiempos han cambiado. Sin ir más lejos, su madre abandonó su carrera musical tras tenerla a ella. Pepi Benítez, una talentosa cantaora y bailaora desde los seis años, que concursaba en programas de radio por lotes de comida y que también fue una pionera del flamenco rock con su grupo, Arena Caliente, no sólo ha sido una de sus musas, sino también una figura sobre la que reivindicar otras fortalezas femeninas: "Yo me he dedicado a mi hija, y es algo que no pienso dejar de hacer, pero tampoco voy a renunciar a trabajar o a estar satisfecha como mujer, porque no me siento completa si exclusivamente soy madre, ni tampoco siendo sólo artista. Soy ambas cosas y lo soy al cien por cien".

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Darío Aranyo
Jersey de cuello vuelto azul marino de Max Mara. Atrezo: auriculares de Málaga 8, micrófono y soporte de micro de Unión Musical.


Malú, ¿y qué has aprendido con la maternidad?

Que tu vida se vuelve a llenar de primeras veces, que todo eso que has olvidado, de repente, regresa. Vuelve a ser la primera vez que conoces un sitio o que te comes una pera... Vuelves a empezar. Ser madre, además, te quita todas las tonterías de encima. Si en ti había una pizca de egoísmo, se acaba completamente, porque ya tu vida es para otra persona, para un ser humano en miniatura. Creo que no hay nada más puro ni más bello que un hijo.

"Es mucho más fácil empezar una relación que salir de ella. Pero cuando te vas de un sitio conviene recordar cómo entraste"

¿Y con la ruptura?

No soy ni seré la primera ni la última persona que se separa. En ocasiones, crees en algo y luchas por ello con todas tus fuerzas. Pero a veces no se da. Y no es culpa de nadie, no es malo ni bueno, sucede sin más. De modo que hay que tratar de entenderlo y asumirlo de la mejor forma posible. Pienso, de verdad, que las cosas hay que hacerlas bien, aunque evidentemente es mucho más fácil empezar una relación que salir de ella. Pero cuando te vas de un sitio conviene recordar cómo entraste. Y eso, con seguridad, te ayuda a olvidar por qué te marchas y a traspasar la puerta con lo bueno en tu cabeza.

¿Sigues creyendo en el amor?

Siempre, pero no solamente en el que puedes sentir hacia una pareja, sino en el amor a la familia, a la vida, a los hijos... Creo en la pureza del amor. Hay quien dice que una madre es capaz de levantar un camión si su hijo está debajo. Esa frase ya lo dice todo. El amor mueve el mundo.

Agradecimientos: Unión Musical Cedaceros y Málaga 8.