Público
Público

Desakato, el punk rock que ha revolucionado el panorama nacional: "Es muy bonito que la banda muera en uno de sus mejores momentos"

Desakato
La banda asturiana Desakato, en una fotografía promocional del disco.  Álvaro Amieva / DESAKATO

La banda asturiana Desakato, activa desde 2003, es una de las más importantes del punk rock español. Sus letras reivindicativas y la constante inquietud de añadir sonidos nuevos a su estilo les ha llevado a encabezar algunos de los festivales más importantes de España, hacer giras a nivel internacional o llenar la sala La Riviera de Madrid dos noches seguidas.

Tras 20 años de trayectoria y seis álbumes, tres sencillos y un EP, el pasado noviembre anunciaban su disolución junto a una gira de despedida que durará todo el año 2023. Pablo Martínez, guitarrista, letrista y vocalista del grupo atiende a Público para esta entrevista.

¿Cómo empezasteis?

Nosotros empezamos en la escuela de música de Llanera, que es nuestro pueblo. Era una escuela municipal, a la que nuestros padres nos apuntaron a aprender a tocar los instrumentos. En esa escuela había varios profes muy implicados y que ayudaban mucho a los chavales. Una de las actividades que se desarrollaban allí eran los talleres de música, donde juntaban a varios chavales que tocaban instrumentos en sus respectivas aulas, nos juntaban a todos y se hacían como combos.

Ahí empezamos a conocernos algunos de los miembros de Desakato. De hecho, hicimos una banda en la que hacíamos versiones de los Beatles en asturianu. O sea que imagínate, con diez años o una cosa así ya estábamos tocando juntos algunos de nosotros. Así que también es importante poner en valor la importancia de la educación musical pública en la sociedad. La escuela de música de Llanera en ese caso hizo un trabajo increíble, a mí personalmente la música me salvó y es en parte gracias a esos profes que tuvimos y a que tuvimos la oportunidad de aprender en la escuela.

¿Influencias?

Empezamos por los clásicos del rock de toda la vida. Ya te digo que empezamos por los Beatles, como nuestra primera toma de contacto con la música. Cuando nos fuimos haciendo un poco más adolescentes, el rock radical vasco y el punk en castellano nos fascinaron. Nuestras influencias eran La Polla Records, Barricada, Reincidentes, Eskorbuto, todos estos grupos que tenían esa compatibilidad política que a nosotros en aquel momento nos llamaba mucho la atención. Y poco a poco fuimos descubriendo nuevas músicas: el rock alternativo más internacional, el rock escandinavo, el pop alternativo, el metal, el hardcore.

Nos impregnamos un poco de todas las culturas europeas y americanas de música rock, y poco a poco fuimos introduciendo ese tipo de matices, de nuevas sonoridades en nuestra música. Hoy en día, Desakato no tiene prácticamente nada que ver con lo que era al principio, pero creo que sigue teniendo una coherencia a lo largo del tiempo.

¿Cuál es ese hilo conductor a lo largo de vuestra música? ¿El discurso político?

Totalmente. Yo entiendo el punk como una música que tiene esa obligación moral de hablar de política. Nosotros sí que tenemos una forma quizás un poco más poética, no tan directa o panfletaria, aunque a mí me encantan los grupos panfletarios, pero nosotros asumimos un poco el papel de hablar de política o de la sociedad desde un prisma un poco diferente. Pero creo que una banda de punk tiene que hablar de cosas importantes, y nosotros lo llevamos haciendo desde el principio, y bien orgullosos de ello.

¿Os consideráis activistas?

Pues ojalá me considerase más activista de lo que soy. Sí que me considero una persona comprometida políticamente, pero muchas veces siento cierta nostalgia por la implicación política que tenía cuando era más adolescente, en las asociaciones juveniles y demás. Hoy parece que me limito a criticar la política desde el sofá, ir a cuatro manifestaciones y poner mi voto en una urna y poco más. Ojalá pudiese hacer más cosas. Sí que creo que juega un papel importante la cultura, a la hora de hacer canciones o manifestar tus opiniones en los medios, pero sinceramente creo que podría hacer mucho más de lo que hago.

¿Por qué creéis que habéis tenido tanto éxito? En otras entrevistas te he oído decir que todo creció a mitad de la gira de La Teoría Del Fuego, en 2017

Sinceramente creo que es inexplicable. No sabemos muy bien por qué se dio ese tirón tan gordo. Nosotros sí que íbamos notando que disco a disco íbamos creciendo y teniendo cada vez más público, pero fue a la mitad de esa gira donde de repente todo reventó, y empezamos a hacer sold out en todas las ciudades. Y sinceramente no encuentro explicación, el disco ya había salido hacía como un año.

No sé, quizás nosotros nos encontrábamos en un muy buen momento de forma a la hora de tocar y eso también nos ayudó bastante, pero es difícil de explicar a veces por qué las cosas funcionan o no. Conozco un montón de bandas que hacen cosas súper interesantes y que no tienen la menor trascendencia, con lo cual, ¿quién se puede atrever a decir qué es lo que va a funcionar o que no? Es muy complicado. 

Háblame sobre el documental 'Pacto de Sangre' (2016). ¿Por qué lo hicisteis?

Nuestro colega Titi Muñoz, que es el realizador de Desakato por excelencia, quien ha hecho prácticamente todos los videoclips de la banda, estaba documentando el proceso de grabación del disco. La idea en principio era tener unas imágenes de cómo estábamos haciéndolo, yo también estaba construyendo el estudio, y nos parecía una época muy bonita, en la que estábamos creciendo como banda y haciendo cosas nuevas.

Era también la primera vez que lo hacíamos todo nosotros, nos producíamos nosotros mismos. Empezando a visualizar las imágenes, Titi tenía un montón de material y nos propuso hacer el documental y nos lanzamos a la piscina. La verdad que fue un trabajo bastante arduo pero mereció la pena porque quedó ahí para la posteridad. Todavía lo veo a día de hoy y me emocionan ciertas cosas, así que creo que es una cosa muy bonita.

¿Habéis estado tentados de mudaros a un sitio más 'central'?

La verdad es que nosotros nos hemos sentido siempre muy a gusto viviendo aquí, en Astúries, y nunca hemos necesitado vivir en otra parte para poder llevar nuestra música a todos los lugares del mundo, prácticamente. Podemos salir desde Astúries a tocar a cualquier sitio. Es cierto que por ejemplo irnos a Andalucía o al Levante, a nosotros nos supone un esfuerzo increíble, pero lo hacemos.

Estamos acostumbrados ya a chuparnos diez horas de furgoneta cada vez que tenemos que tocar, y estamos muy a gusto en Astúries. Creo que es una tierra donde la gente tiene un carisma especial, y no es porque nosotros seamos de aquí. No me veo viviendo fuera de aquí la verdad.

¿Os habéis visto cohibidos por la industria a la hora de sacar letras en asturianu?

No. Realmente nosotros nunca hemos tenido ninguna relación con la industria musical. No hemos tenido discográfica ni nadie que nos dijese por donde teníamos que llevar nuestra música, con lo cual siempre hemos hecho lo que nos ha venido en gana en cualquier momento. Por lo tanto todo lo contrario, hemos notado muchísimo apoyo, no solo por parte de los asturianufalantes, sino también por la gente de otras tierras que parece que acoge muy bien el idioma.

Para nosotros es como una forma de reivindicar nuestra lengua. Es un pequeño granito de arena que nosotros intentamos poner, y la verdad es que ir a Valencia o a Jaén y ver a gente cantando nuestras canciones en asturianu es emocionante. Nunca hemos sentido que a alguien le pareciese fuera de lugar que nosotros cantásemos en nuestra lengua materna.

¿Creéis que el asturianu está en peligro de extinción?

Quizás está en peligro, no sé si de extinción. En peligro sí porque la falta de apoyo institucional está haciendo que cada vez tenga menos uso. Nosotros somos partidarios de la cooficialidad del asturianu, y no solo por una cuestión emocional o nostálgica, sino también por una cuestión práctica. Creo que la cultura lingüística es una parte importante de la identidad de un pueblo, y en Astúries tenemos una identidad muy marcada.

La lengua creo que es algo que deberíamos de cuidar mucho más de lo que cuidamos. Así que nosotros también intentamos aportar nuestra pequeña palada de arena en cada disco para ayudar a que se visibilice ese problema.

¿Cómo habéis conseguido no depender de la industria musical?

Pues simplemente no fichando por ninguna discográfica. Hemos tenido ofertas de algunas de ellas para sacar nuestros discos, pero no lo hemos necesitado. Cuando éramos muy jóvenes aún e íbamos a sacar un disco, íbamos al banco, sacábamos un crédito y nos lo pagábamos. Después poco a poco íbamos teniendo los suficientes recursos económicos como para poder hacer nuestros propios discos, con lo cual nunca necesitamos que nadie nos ayudase. Cuando llegaron esas ofertas ya era tarde porque ya teníamos cierta transcendencia y lo podíamos hacer nosotros solos, y nos parecía que esa libertad que nos daba el hecho de autoproducirnos y de autogestionarnos no nos compensaba que nos la quitasen al formar parte de una discográfica.

¿Os ha dado miedo que Desakato se llegara a convertir en un producto?

La verdad es que nunca hemos tenido miedo a eso. Creo que hemos demostrado a lo largo del tiempo que somos una banda sólida, con unos principios prácticamente inamovibles. También creo que la gente que sigue a Desakato valora eso y creo que es casi tan importante como las canciones que hacemos, que la gente vea que somos un grupo honesto. Sinceramente nunca he tenido esa sensación de que por querer agradar a la gente vayamos a hacer algo con lo que no nos sintamos representados. No es un miedo que nosotros hayamos tenido nunca.

¿Qué es la música para vosotros?

Bueno, la música para nosotros lo es todo. A mí personalmente creo que la música me salvó. En el pueblo en el que nosotros crecimos no había muchas alternativas culturales ni muchas formas de ocio. Creo que la música no solo me ayudó a tener una profesión, sino que también me ayudó a interesarme por otras formas de arte, a querer aprender, a querer viajar, a estudiar… Esa parte más investigativa de la música, que te hace ser una persona un poco diferente, la valoro muchísimo, y a día de hoy sigo pensando que la música para mí es la parte más importante de mi vida. No solo porque escuchar canciones o hacer música para mí sea importante sino porque me abrió muchas otras puertas y me hizo ser una persona completamente diferente a la que era.

¿Os consideráis privilegiados?

Totalmente. No privilegiados en el mal sentido de la palabra, que también, sino por poder hacer lo que nos gusta. Poder viajar, poder tener una forma de expresar tus ideas… nosotros lo hacemos a través de la música. Así que nos consideramos unos privilegiados, totalmente.

¿Cómo ha cambiado vuestro estilo a lo largo de vuestra trayectoria?

Hemos tenido una evolución tremenda. Creo que si escuchas el primer disco de Desakato y el último no tienen nada que ver a nivel musical, de producción y de sonido, es prácticamente otra banda. Lo que sigue teniendo es un hilo conductor muy importante que es, por un lado, las melodías que nosotros hacemos, que es algo muy característico, y por otro lado la voz de Pepo y la mía, que es lo que acaba siendo el pegamento de todo.

Pero nosotros siempre hemos tenido ese afán de descubrir nuevas músicas, y no solo de escuchar música nueva sino también de incorporarla a nuestra banda a la hora de componer. Creo que el público valora esa inquietud. Cuando escuchas el disco nuevo de Desakato nunca sabes lo que te vas a encontrar. Bien es cierto que siempre hay gente más conservadora que prefiere que hagamos siempre el mismo disco, pero notamos que la mayoría de gente que nos sigue valora esa apuesta por la novedad, por el desarrollo, por mejorar y por hacer cosas diferentes.

¿Por qué sacar los discos en vinilo?

El vinilo me parece una forma muy bonita de coleccionar música. Yo soy consumidor de vinilo desde hace tiempo, y creo que después de que el formato de CD se fuese apagando, el vinilo es una de las formas más románticas de almacenar tu música. Lo empezamos a hacer porque nos gustaba el vinilo al ser consumidores, pero la gente se va sumando poquito a poco, y hoy en día es una fuente de ingresos importante. Ya se venden más vinilos que discos.

¿Cómo ves el panorama del punk rock en España?

Pues tengo la sensación de que hay una gran influencia del punk rock ahora mismo en la música generalista. Hay muchas bandas haciendo cosas interesantes, y siento cierto orgullo de haber formado parte de una generación que cambió un poquito las cosas. Veo grupos haciendo cosas diferentes, interesantes, novedosas, y me siento un poco parte de eso y para mí es un orgullo.

Veo mucha humildad. ¿Sois conscientes del camino que habéis marcado?

Es difícil saber realmente lo importante que ha sido tu banda para muchas personas, pero con el anuncio de la despedida sí que hemos notado que hubo muchas personas que nos escribían para contarnos lo que significó Desakato para ellas. Realmente fue muy emocionante porque tampoco me imaginaba que fuese así. Nosotros siempre hemos estado influenciados por otras bandas y nunca me había parado a pensar que podría haber sido al revés, y eso es algo muy bonito. Que alguien vea en mí las cosas que yo veía en las bandas que me gustaban es increíble.

¿Cuándo se tomó la decisión de dejarlo? ¿Hubo momento clave?

Bueno, después de la pandemia y de llevar un tiempo sin sacar música nueva, creíamos que era el momento. Lo hablamos todos juntos y tomamos la decisión. La pandemia realmente fue el detonante.

¿Alguna etapa que recordéis con más cariño?

Creo que al principio todo siempre es más bonito. Esa ilusión que tienes de adolescente es muy difícil que vuelva. Cuando estábamos empezando y no sabíamos a dónde iba a llegar Desakato fue, quizás, el momento más bonito de la banda. Disfrutar del camino y no de las metas.

¿Os ha quedado algún gusanillo?

La verdad es que viendo la cantidad de cosas que hemos conseguido como banda, lo que hemos podido viajar y aprender, la gente a la que hemos conocido, me puedo morir tranquilo diciendo que tuve una banda que fue muy importante para mucha gente. He aprendido muchísimas cosas y he disfrutado muchísimo tocando en Desakato, así que no me arrepiento de nada de lo que hemos hecho, y creo que no nos queda absolutamente nada por hacer.

¿Creéis que vais a necesitar volver a tocar?

La verdad es que creo que no. Es muy bonito que Desakato se quede como está y que se muera en uno de sus mejores momentos o en su mejor momento. Así que creo que eso va a ser muy difícil.

¿Va a haber sorpresas en la gira de despedida?

Sí. Intentaremos que con algunas sorpresas que podamos ir preparando la gente se encuentre con cosas un poco diferentes, cosas que nunca haya visto en un concierto de Desakato.

¿Siguientes proyectos vitales?

Ahora mismo estamos centrados en terminar esta gira, y después ya se verá. Yo estoy seguro de que seguiré vinculado a la música porque es algo que me apasiona de siempre, pero de momento queremos estar centrados en esto.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?