Lunes, doce de la mañana. El taxi llega y esperamos la orden de entrada a la embajada de Palestina. A nuestra espalda las cuatro torres, presidiendo un callejero plagado de edificios diplomáticos. Entre ellos destaca uno, el único con la bandera a media asta. La aparición de la policía no se demora. Una patrulla frunce el ceño ante la presencia de tres jóvenes curiosos que resultaron ser poco después, previa revisión del DNI, invitados. "Somos periodistas", revelamos con la sonrisa que otorga la tranquilidad, "venimos a una entrevista". Nuestra zalamería no es relevante en las conversaciones que mantienen a través del Walkie con su compañero, ubicado más allá de la verja. "La situación es tensa", nos confiesan.

Depositados ya con un nuevo supervisor, no nos faltó la compañía uniformada hasta el momento definitivo, el de encontrarnos con Khaldun AT Almassri, primer secretario de la embajada y número dos de la diplomacia palestina en España. Visiblemente cansado y desprendido de la rutina que disfrutan sus homólogos, nos cuenta que lleva dos semanas sin dormir, inmóvil a la espera de un mensaje de la familia que le queda en Gaza. Dos palabras, el parte de quien pide auxilio: "Estamos vivos".

Almassri es una persona cercana, de las que saludan mirando a los ojos aprovechando cada oportunidad de no de decir adiós: “La gente que puede comunicarse en Gaza aprovecha para despedirse". En ese momento todavía no es consciente de las decenas de misiles que quedan por caer en territorio palestino antes de la publicación de esta entrevista, ni de la inclusión del reconocimiento del Estado Palestino en el acuerdo de coalición, ni de las tiranteces entre Israel y la ONU, ni de los cientos de víctimas que antes eran nombres y ahora engrosan cifras. Todo va muy rápido y nosotros tenemos una hora. 

PREGUNTA: ¿Cómo están viviendo usted y el equipo de la embajada lo que está sucediendo en Palestina?

RESPUESTA: La agresión militar israelí contra nuestro pueblo no solo nos afecta personalmente como equipo de la embajada, sino que afecta a todo nuestro pueblo. La brutalidad contra el pueblo palestino es un genocidio. Hasta el momento han muerto más de 4.700 palestinos, un 40% de ellos son niños, hay 29 asesinados que son trabajadores de las Naciones Unidas, 26 centros de salud afectados -de los cuales siete hospitales están fuera de servicio-, más de 50 familias borradas completamente del registro civil. Es un genocidio con todas sus derivadas.

Yo me pregunto aquí: ¿cuántos niños tiene que matar Israel para que la comunidad internacional actúe? El otro día, el exfiscal de la Corte Penal Internacional Luis Moreno Ocampo lo calificó como un genocidio, y se explicó: según el artículo 2 de la Prevención del Genocidio de 1948 el genocidio es la matanza de un pueblo por motivos raciales, étnicos o religiosos. Esto es lo que está pasando en Palestina.

P: Como representantes que son ustedes de la embajada, ¿de qué canales de información, testimonios o notificaciones se nutren para llevar a cabo su labor?

R: Como todos, recibimos la información por los medios de información y de nuestro gobierno. Precisamente por ello quiero hacer un llamamiento a chequear los datos para no caer en las fake news. Lamentablemente hay una fabricación de falsas noticias que nos afectan: por ejemplo, ustedes saben lo que pasó con la información de los 40 bebés decapitados, que llegó, incluso, a la Casa Blanca. Hay que tener mucho cuidado con la información, especialmente por aquella promovida por la parte israelí.

P: ¿Cómo interactúa la embajada con el Ministerio de Exteriores para frenar estas informaciones? ¿Cuál es su relación con el actual ministro, José Manuel Albares?

R: Tenemos una comunicación continua para comunicarnos con nuestros homólogos de Exteriores. Nosotros transmitimos todo aquello que nos llega a través de diversos canales, tanto formales como a través de otras vías.

"Nadie ama tanto la paz como el pueblo palestino porque tiene escasez"

P: Este fin de semana hemos podido ver cómo Pedro Sánchez mantuvo una conversación telefónica con Benjamin Netanyahu en la que apostó por el fin de las hostilidades. ¿Qué opinión tienen de la actuación del presidente del Gobierno?

R: Tenemos una muy buena relación con el presidente del Gobierno y el Gobierno en su conjunto. Además, no quiero dejar pasar la oportunidad de reconocer que ha mantenido en estas últimas semanas la posición más equilibrada de todos sus socios europeos.

P: La apuesta principal del líder del Ejecutivo es el reconocimiento de los dos estados. ¿Se dan las condiciones para que España reconozca al Estado Palestino?

R: Las condiciones siempre se han dado. Además, el reconocimiento del Estado de Palestina está dentro de la ley internacional y de los parámetros marcados durante el proceso de paz por la comunidad internacional. Coincide, también, con las resoluciones de las Naciones Unidas y el 242 del Consejo de Seguridad.

El reconocimiento del Estado de Palestina es un deber de todos si quieren aportar paz en la zona. El reconocimiento de Israel llegó en 1948 y falta el otro estado. Con este contexto, esta decisión debe darse desde hace mucho tiempo y España ya se comprometió a hacerlo en el pasado, así como el Parlamento Español.

P: Nos gustaría ahondar en la figura de Netanyahu: ¿qué ha cambiado desde que llegó al poder?

R: Es el Gobierno más extremista de la historia de Israel, pero no se trata de una persona en sí, sino de una política de Estado. La ocupación militar y el sistema de apartheid es algo intrínseco desde la ocupación israelí. El apartheid no empezó con Netanyahu ni acabará con Netanyahu.

En el apartheid no hay gobierno bueno ni malo, la violencia es estructural. Recuerdo en 2018 cuando una ley orgánica daba la exclusividad de la autodeterminación únicamente a los israelíes. Esto habla muy claro del proyecto colonial sionista de crear un estado puramente judío. Las organizaciones de Derechos Humanos internacionales, palestinas e incluso israelíes han afirmado en distintos informes que lo que se aplica es un régimen de supremacía judía desde el río Jordán hasta el mar mediterráneo.

El apartheid alcanza diferentes estratos de la sociedad: desde el propio estado hasta la circulación de bienes o personas, la inmigración o la salud -recuerden el Covid, donde no se vacunaba a los palestinos y sí a los colonos judíos-.

"La violencia seguirá mientras dure el apartheid"

P: Las hostilidades se han recrudecido desde el pasado 7 de octubre. ¿Qué siente cuando ve a Von der Leyen o a Joe Biden reunirse con Netanyahu y aceptar el marco israelí?

R: El concepto de autodefensa israelí, comprado por los principales líderes occidentales, no es aplicable en los territorios ocupados. Nunca en la historia se le exigió a la población ocupada brindar la protección de la potencia ocupante. La comunidad internacional otorga a Israel este derecho de forma ilegal. Están dando carta blanca al genocidio.

Yo quiero hacerme una pregunta: ¿el pueblo palestino no tiene derecho a defenderse? Hay una mujer palestina, Imán, que perdió a dos de sus hijos en 2014 y tiene ahora tres hijos. Prefieren dormir en la misma habitación para morir todos juntos si bombardean su casa.

¿No tiene derecho Imán a defenderse? ¿Quién la defiende? ¿Quién defiende a nuestra población de los colonos israelíes terroristas? ¿Quién defiende a los niños palestinos que escriben sus nombres en el brazo para ser fácilmente identificados? Es inimaginable. Este es el doble estándar: justificar la legítima defensa de Israel es dar luz verde al genocidio.

Cuando la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, habla de que comparte valores con Israel, a mí me asaltan las dudas: ¿matar a 1800 niños palestinos o bombardear una iglesia con familias dentro son los valores que comparte la representante europea?

P: ¿Qué canales tiene a su disposición el pueblo palestino para defenderse de la ocupación de la que usted habla?

R: Nosotros hemos optado siempre por la vía pacífica. Queremos lograr nuestros derechos nacionales. Sin embargo, el otro lado ha optado por más colonización, consolidar el apartheid en toda la zona, confiscar las tierras, asesinar a nuestra población, demoler nuestras casas y una lista interminable de violaciones de los derechos humanos. El pueblo palestino sufre unas consecuencias sistemáticas. Ante este escenario, la comunidad internacional solo miró cuando la violencia afectó a Israel el 7 de octubre.

P: Hablaba usted de Imán, esa madre que perdió a dos hijos; de los niños palestinos, con su nombre escrito para ser identificados; del contexto histórico. Cambiemos el enfoque: ¿esto da derecho a asesinar a 200 personas en un festival de música?

R: Yo condeno la causa de todo esto, que no es más que un régimen que viola todos y cada uno de los derechos nacionales del pueblo palestino. La ocupación en sí es un delito, un crimen de lesa humanidad. La causa de todo lo que está ocurriendo es el proyecto colonial israelí en Palestina. Mientras a nuestro pueblo no se le permita la autodeterminación y mientras Israel siga impunemente con su agresión permanente las consecuencias no frenarán.

P: Insisto: usted me habla de las causas, ¿pero está justificada la violencia?

R: Hay que hablar del contexto. Son 75 años de opresión. ¿Borramos este tiempo? ¿No hay que condenar las políticas que nos han llevado a esta situación? Hay un estado de apartheid y lo dicen todas las organizaciones de derechos humanos internacionales. Mientras estas políticas no cesen seguirá la violencia.

P: ¿Cree usted, entonces, que al no contar con Ejército ni con el apoyo internacional la única forma que tiene Palestina de defenderse es a través de actos terroristas?

R: Incluso cuando recurrimos a las vías pacíficas y diplomáticas nos acusan de terroristas. Cuando reclamamos la membresía en Naciones Unidas nos dicen que somos terroristas diplomáticos. Cuando vamos a la Corte Penal Internacional a denunciar lo que está sucediendo Netanyahu habla de antisemitismo. ¿Qué nos queda a los palestinos?

P: ¿Está usted diciéndonos que el terrorismo es el mecanismo de legítima autodefensa del pueblo palestino?

R: Nunca. Nunca hemos ejercido la violencia por la violencia. Cuando hemos optado por la lucha armada ha sido para conseguir nuestra libertad. La resolución 3070 de la Asamblea General de la ONU consagra el derecho del pueblo palestino a utilizar todos los medios a su alcance para lograr la liberación nacional. En 1988 declaramos el estado de Palestina en solo el 22% de nuestro territorio histórico. Esto sería la concesión más dolorosa del pueblo palestino por la paz. Nadie en este mundo ama la paz como los palestinos porque tenemos escasez.

Nosotros optamos por la vida y la libertad de todos, pero no hay vida humana más preciosa que otra.

P: ¿Cuál es la relación de la Autoridad Nacional Palestina con Hamás?

R: La Autoridad Nacional Palestina es un derivado de la OLP, que es el representante legítimo del pueblo palestino. La Autoridad Nacional Palestina es un Gobierno y Hamás una facción política, por lo que es necesario diferenciar.

P: Pero Hamás tiene una facción que apuesta por el terrorismo. ¿Hablan con la parte armada?

R: Hay un intento de conciliación donde queremos seguir unidos a favor de un estado libre y soberano. Siempre, en cualquier país del mundo, hay diferencias a nivel de pensamiento político, ideológico o cultural. No nos concentremos solo en Hamás: cuando un ministro israelí nos define como animales es fascismo, cuando otro ministro niega nuestra existencia es fascismo, cuando escupen a nuestros curas palestinos. ¿Por qué concentramos la atención en Hamás? Israel comete terrorismo de Estado.

P: Cuando tenga la opción, transmitiré estas preguntas a la Embajada de Israel. Pero aprovechando que estamos aquí, ¿ha pedido la Autoridad Nacional Palestina a Hamás que libere a las personas secuestradas?

R: Nosotros desde siempre valoramos la vida de todos, tanto de los palestinos como de los israelíes. La vida es preciosa y un derecho de cualquier persona. Nosotros tenemos 5.200 presos políticos en las cárceles israelíes y más de 1.200 sin derecho a juicio en una situación que puede ser postergada de forma interminable. Tenemos más de 550 presos condenados a muerte y más de 450 en cárceles desde hace más de 20 años. Tenemos más de 35 mujeres en cárceles israelíes. Son cifras de las que nadie habla. Nosotros optamos por la vida y la libertad de todos, pero no hay vida humana más preciosa que otra.

P: ¿Es Occidente culpable de la situación?

R: El obispo Desmond Tutu, luchador incansable contra el apartheid en Sudáfrica, dijo: ser neutral en situaciones de injusticia es estar del lado del oprimido. Gran parte de la comunidad internacional es cómplice en el genocidio en curso.

P: ¿Puede derivar el aumento de las hostilidades y la entrada de terceros países en una reedición del Yom Kipur? 

R: La dimensión de lo que está sucediendo es grandísima. Esto puede derivar en la explosión del conflicto en otros lugares. En Cisjordania hay ataques diarios de la ocupación israelí. Hemos visto bombardeos a campamentos de refugiados o de mezquitas. El genocidio puede acabar en algo interminable. La prioridad de todos debe ser frenar el genocidio.

P: ¿Existe una salida diplomática? De ser así, ¿cuál es?

R: No hay paz sin justicia. La Justicia se logra exclusivamente con la restitución de los derechos nacionales del pueblo palestino, como la autodeterminación en un Estado independiente y soberano, el desmantelamiento del régimen de apartheid en toda la Palestina histórica y el retorno de los refugiados.